SI o NO al matrimonio
Muchas mujeres han pasado
por uno, dos o hasta tres divorcios. Algunas cambian radicalmente su forma de pensar
y dicen frases como estas: no quiero volver a enamorarme, todos los hombres son
iguales, no existe el amor, pero otras, piensan que todavía tienen otra
oportunidad, eligieron mal pero pueden encontrar al hombre de su vida,
únicamente convivirán, inclusive que volverían a casarse.
La duda es: después de un
divorcio ¿Se puede creer nuevamente en el matrimonio?
Realmente es una pregunta
con varias respuestas, por ello sin ser estricta considero que existen probablemente
dos grupos de mujeres, las que después de divorciarse no creen nunca más en el
matrimonio porque psicológicamente y/o físicamente quedaron con algún trauma,
miedo que la misma situación se pueda repetir o, en el plano sentimental se
construye de manera involuntaria una predisposición al rechazo para iniciar una
relación que podría terminar en matrimonio.
Por otro lado, se encuentra
el segundo grupo de mujeres, las que todavía creen en el matrimonio porque
consideran que simplemente la relación no funcionó, incompatibilidad de
caracteres, pero que consideran que siempre existe una nueva oportunidad para
formar una familia o las que quieren arriesgarse e intentar.

Sin embargo, otras mujeres
creen que a pesar de pasar por todo lo anteriormente señalado, uno lo puede
superar y darse la oportunidad de contraer matrimonio con la persona que ama, y
que si te niegas, con los años resulta siendo una barrera que uno mismo se
construye para no ser feliz. Asimismo, otras mujeres consideran que no deben
arriesgarse, pues siempre las lastimarán. Inclusive, si se arriesgan el temor
muchas veces es tan fuerte que termina por deteriorar la relación de una
pareja.
Entonces planteo otra
pregunta ¿Se necesita casarse para ser feliz? Considero que toda mujer decidirá
iniciar una relación sentimental independientemente en que crea o no en el
matrimonio. El matrimonio civil para muchos es un contrato donde se asumen
obligaciones y se generan derechos, por ello no resultará siendo de gran
importancia en la vida de algunas personas.
Para otros, el matrimonio no
es determinante, dado que se puede convivir sin necesidad de contraer
matrimonio.
En mi opinión personal,
considero que la mujer es libre de contraer o no matrimonio, ello no la hace
más ni menos mujer, ni mucho menos debe considerarse una obligación por el qué
dirá la familia, los amigos y la sociedad entera.
Una mujer es libre de
decidir si cree en el matrimonio o no, ya sea por las diversas situaciones que
ha tenido que vivir que le han generado un rechazo o, resulta siendo
innecesario para ella.
Creo que una mujer se puede
divorciar y creer en el matrimonio como la primera vez que tuvo esa ilusión, y
tratar de construir con su media naranja su felicidad.
Amigos (as) nunca juzguemos
las decisiones de otras personas, cada persona es dueña de su felicidad y su
destino.
Los animo a contar sus
experiencias…
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